Cuando necesitamos calcio, se libera la hormona paratiroidea que se une a receptores específicos del osteoblasto. Éste libera el "factor estimulante de los osteoclastos" que al unirse al osteoclasto hará que éste aumente su actividad destruyendo hueso y por tanto, liberando calcio al torrente sanguíneo.
No lo parece, y sin embargo, se mueve.