jueves, 3 de diciembre de 2009

Abrió la puerta.Encendió la luz.El armario, como solía, estaba abierto. Sacó las camisetas de los últimos conciertos, los vaqueros que ya se habían roto, camisetas arrugadas por la indecisión de madrugar y algún que otro calcetín para coser.
Abrió la mochila, lo metió todo; junto con el cepillo de dientes, la raya negra de los ojos, un paquete de pañuelos y un libro de biología acompañado de un lapiz de dos colores.
La colocó justo al lado de la puerta. Se puso el abrigo nuevo, la boina y
una bufanda que calentase el aire antes de llegar a su boca.
Abrió la puerta por un lado, la cerró por el otro.



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1 comentario:

  1. ¿Camisetas arrugadas por la indecisión de madrugar? Y camisetas y calcetines abandonados por pereza de no ir a por ellos...

    Besicos y mucha suerte :)

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