sábado, 5 de diciembre de 2009

A pesar de los pesares


En las playas no hay huellas de zapatos.

Aguantas la arena cuando está caliente y cuando está húmeda. Y se te manchan los pies y se mojan. Escuecen las heridas con el mar y pasas frío en el primer contacto. La arena se pega y sólo se quita con agua más fría.

No caminas descalzo sobre la carretera, ni sobre el suelo de tu casa, tampoco sobre las rocas o las colchonetas.

Lo haces sobre la arena, a pesar de los pesares. Y te gusta.

1 comentario:

  1. Y lo aguantamos gustosamente. Quién pudiera ir ahora a pasear por la playa, aunque claro, con este frío, no podría ser descalzo.

    Besicos

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